Bienvenida

¡Hola a todos!

sábado, 27 de diciembre de 2008

Jornada escolar

Como maestro que soy, la educación es uno de mis temas de mayor interés y al que más tiempo dedico. Por ese motivo, quiero que mi primera intervención en este blog tenga relación con un tema que, a buen seguro, generará controversia entre los lectores.

A raiz del siguiente artículo publicado en “Consumer Eroski

http://www.consumer.es/web/es/educacion/escolar/2008/09/19/180124.php

quisiera mostrar mi opinión sobre dicha noticia.

“Jornada escolar: ¿Continua o partida?” Indudablemente no existe una única respuesta a dicha pregunta, ya que hay intereses encontrados a la hora de tomar dicha decisión. En nuestra comunidad autónoma, Andalucía, hace ya años que los Consejos Escolares de los centros educativos podían votar el modelo de jornada que querían seguir y, dado que el profesorado tiene la mayoría en los mismos, la decisión que se ha adoptado practicamente en todos los centros es la de jornada continua, es decir, el alumnado sólo asiste a clases por las mañanas, teniendo las tardes libres. El principal argumento que se aludió en dichas votaciones para convencer al sector de las familias fue que, de esta manera, los niños y las niñas tenían la posibilidad de realizar actividades extraescolares en horario de tarde, incluso la Administración Educativa obliga a los centros a programas dos tardes con actividades extraescolares. Y yo me pregunto, ¿se ha venido haciendo esta programación? La respuesta es desigual entre unos centros y otros. Hay centros que han mantenido una gran tradición de actividades extraescolares para el alumnado en horario de tarde y otros que cerraban sus puertas a las dos de la tarde hasta la mañana siguiente.

El Gobierno de la Junta de Andalucía, años después, se dio cuenta de las grandes dificultades que tenían las madresy los padres para conciliar la vida laboral con la familiar, por lo que, entre otras medidas, diseñó el Plan de Apoyo a las Familias Andaluzas que, a nivel educativo, contemplaba la posibilidad de que el alumnado asistiera al aula matinal (a partir de las siete y media de la mañana), comedor (desde las dos hasta las cuatro) y actividades extraescolares (desde las cuatro hasta las seis o siete de la tarde) y apertura del centro hasta las ocho para que el alumnado pudiera jugar en las instalaciones del mismo. Esta medida, sin lugar a dudas, ha beneficiado a muchas familias que han tenido la fortuna de que el centro donde estudian sus hijos o hijas esté acogido a dicho plan.

Pero volviendo a la pregunta inicial. ¿Es dicha medida la solución a una jornada escolar continua? ¿Son las medidas del plan de apoyo a las familias educativas? ¿Tiene el personal contratado para dichos servicios la cualificación necesaria? ¿Recibe el alumnado, en horario de tarde, la educación que necesita o simplemente está cuidado y atendido? Sin lugar a dudas yo opino que, para mejorar la calidad de la educación que propugna la Ley Orgánica de Educación (LOE), estas medidas que conlleva el plan de apoyo a las familias andaluzas son del todo insuficientes.

Todos aquellos que estéis rondando los cuarente años, como yo, recordaréis nuestra jornada escolar, en la cual (al menos en mi caso), el horario estaba dividido entre mañana y tarde (jornada partida). Por la mañana el horario era de 9,30 a 12,30 y por las tardes de 15 a 17. Recuerdo que por las mañanas se estudiaba lengua, matemáticas y ciencias sociales, dedicando las tardes a educación física, plástica, religión y ciencias naturales. Desde luego, la prioridad de las áreas instrumentales quedaba de manifiesto. ¿Cómo son en la actualidad los horarios? ¿Qué criterios se siguen para su elaboración? ¿Son pedagógicos dichos criterios o son organizativos?

Desde luego, el tema da para mucho y, a buen seguro, el profesorado seguirá apostando por una jornada escolar continua, de forma que puedan tener las tardes libres y, entre las familias, habrá distintos tipos de opiniones, según el interés de cada una. Pero, la verdadera pregunta sería: ¿y qué es mejor para el alumnado?